jueves, 2 de octubre de 2008

APOYO AL MAGISTERIO MORELENSE

DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA, MAESTROS EN LUCHA

Por el Ing. Pedro Reyes. Hoy que se cumplen cuatro décadas de la infamia cometida por el estado mexicano en contra de estudiantes, maestros, padres de familia, ancianos y niños que pacíficamente se manifestaban aquella tarde del Dos de Octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en la Ciudad de México, y que dejó como saldo un número indeterminado de muertos, heridos y desaparecidos y que como herencia negra marcó el inicio de la guerra sucia en contra de los movimientos sociales, políticos y estudiantiles en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. Es importante recordar que la manifestación reprimida en esa fecha, que por siempre estará presente en la memoria colectiva de los mexicanos, era parte de las jornadas de protesta estudiantil que iniciaron desde el mes de agosto del mismo año, y que tuvo como origen un simple pleito entre jóvenes de distintas escuelas preparatorias por causas y cosas de muchachos y que fue agravado por la violenta e injustificada intervención de la policía del gobierno capitalino, entonces llamado Departamento del Distrito Federal y del Ejército Mexicano, lo que originó en poco tiempo, la unidad de los estudiantes, maestros y padres de familia en un importante movimiento denominado Consejo Nacional de Huelga, cuyos principales reclamos fueron el cese a la represión y el diálogo con las autoridades, obteniendo a cambio como respuesta oficial, más represión, muertos y desaparecidos.
Hoy que se cumplen 40 años de este genocidio de estado, que a pesar de tanto tiempo sigue en la total impunidad, quiero hacer una reflexión de lo que sucede hoy día en nuestro Estado de Morelos, que está cumpliendo también más de 40 días del conflicto magisterial, por la mal llamada Alianza por la Calidad Educativa, para variar, impuesta verticalmente por la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) encabezados por la eterna Elba Esther Gordillo en complicidad con el gobierno espurio de Calderón y su satélite en Morelos, a espaldas de los maestros, hoy agrupados en su gran mayoría, en el Movimiento Magisterial de Bases.
Si bien durante los anteriores conflictos magisteriales, se había vivido una situación de represión e incomprensión por parte de los gobiernos del PRI, este movimiento ha tenido que padecer la ineficiencia, ineficacia, cerrazón, miopía, torpeza e irresponsabilidad del gobierno PANista de Marco Adame, que lejos de buscar una solución al problema magisterial ha recurrido a diversas jugadas sucias que ni en los mejores tiempos del PRI, con tal de no ceder..
A continuación hago unas reflexiones sobre algunos puntos que me parecen importantes:
1.- El cerco informativo tendido en la mayoría de los medios electrónicos e impresos del Estado de Morelos, en donde con honrosas excepciones, se han puesto abiertamente del lado de la postura oficial, es decir, calumniando el movimiento magisterial, dando a conocer solo los planteamientos del Gobierno del Estado y enterrando por completo la objetividad e imparcialidad que debería caracterizarlos, llegando al extremo de convocar a marchas y manifestaciones preparadas en contra del movimiento magisterial y montadas desde las propias oficinas del Gobierno de Morelos.
2.- El estado de “no pasa nada”, donde el Gobierno prefiere ignorar el conflicto que buscar una solución concertada, una política de avestruz del gobernador, en donde la única verdad es la de Adame y en la que por supuesto no caben las demandas del magisterio y mucho menos una solución que implique la cancelación del acuerdo famoso.
3.- Una política irresponsable y criminal, en donde la estrategia oficial, ahora, es enfrentar a padres de familia contra maestros en lucha, es decir, pueblo contra pueblo, como ya empezó a ocurrir en diversas partes de Morelos, poniendo como ejemplo el enfrentamiento que se suscitó en Jojutla, utilizando para ello, principalmente a mujeres, que en su justificada desesperación por la pérdida de clases de sus hijos, son fácilmente cooptadas y engañadas y en otros casos, utilizando abiertamente a los cuadros del PAN como en el caso de Tlatenchi, como promotoras para reabrir las escuelas a toda costa.
4.- Resulta preocupante la intervención directa y abierta de la Policía Estatal de Morelos en estas “recuperaciones” de planteles educativos, en donde, azuzados por gente sin escrúpulos se pone de carne de cañón a madres de familia e incluso niños en estos “manotazos” del Gobierno a través del IEBEM, el día de ayer 01 de octubre, estuvo a punto de ocurrir un enfrentamiento grave en la Escuela Venustiano Carranza de Jojutla, por la intervención de la Policía Estatal con equipo antimotines e incluso gases, haciendo uso de empujones, para posesionarse de un plantel educativo por la parte oficial, posteriormente al arribo de la Policía Municipal de Jojutla, pese a no haber intervenido en primera instancia, fue objeto de repudio por parte de los ahí presentes. Me llamo mucho la atención una imagen antenoche en los medios de comunicación (televisión) en donde se aprecia claramente a la Policía Municipal de Cuernavaca, adentro de una escuela primaria, acompañando a funcionarios del IEBEM. Los gobiernos de derecha tienen predilección por el uso de la fuerza antes que privilegiar el diálogo, no debemos de perder de vista eso.
¿Esa es la solución que Marco Adame tiene para el conflicto? ¿El uso de la fuerza pública para reprimir abiertamente a los maestros?
¿Será acaso que el Gobierno PANista no quiere cargar con todo el costo político del movimiento magisterial, que evidentemente les será desfavorable en unos meses más, trasladando el conflicto a los municipios? En esa lógica, una intervención policiaca del Estado en donde se involucre también a la Policía Municipal de algún Ayuntamiento del PRD o del PRI, les daría una válvula de escape del repudio social y magisterial hacia esos Ayuntamientos y esos partidos, descargándolos de buena parte de la responsabilidad en la represión al movimiento magisterial, en donde los argumentos para convencer a esos gobiernos municipales para respaldar una intervención de este tipo en las escuelas, bien podría ser la promesa de inversión en obra pública estatal, que por cierto ha sido bien escasa en los municipios rojos y amarillos. Ojala y que los cabildos municipales se pronunciaran de manera responsable y a la brevedad por el diálogo inmediato, una solución negociada, pronta y que de ninguna manera permitan que los cuerpos de seguridad pública municipal, se presten a labores represivas en contra del magisterio o padres de familia, su labor y responsabilidad es resguardar el orden, pero sin ser parte del conflicto o actuar de manera parcial.
5.- No olvidemos que el larguísimo conflicto social en Oaxaca en el año 2005 y 2006, que llevó a extremos cercanos a una situación de insurrección popular, se originó justamente en un conflicto magisterial y derivó en el surgimiento de la APPO, por la cerrazón de Ulises Ruiz, que también recurrió a tácticas de enfrentamiento entre oaxaqueños, que puso en riesgo de guerra civil a esa región y que finalmente justificó la intervención de las fuerzas federales en una abierta represión al movimiento que llevó al encarcelamiento injusto de un gran número de líderes sociales.
No permitamos que en Morelos se reprima a los maestros o padres de familia en apoyo a los mismos, no permitamos la utilización como carne de cañón de madres de familia y niños para “recuperar” por la parte gubernamental las escuelas públicas, que son de todos.
No permitamos la presión a los ayuntamientos diferentes al PAN, a través de los recursos públicos estatales a que tienen derecho, para permitir la utilización o colaboración de la Fuerza Pública Municipal para reprimir el movimiento magisterial y endosar de esa manera el conflicto a los mismos y no cargar el Gobierno del Estado y su partido, con todo el costo político del movimiento.
Es comprensible la molestia de los padres y madres de familia, por la pérdida de más de 40 días del ciclo escolar 2008-2009, pero es necesario comprender también, que la solución total e inmediata del conflicto, está en manos del Gobernador del Estado principalmente y se inicia con apertura y diálogo incondicional con la auténtica representación del Movimiento Magisterial de Base y no con los “líderes charros” del SNTE. No más provocaciones e intentos de enfrentar a sectores del pueblo contra pueblo. Exijámosle a Marco Adame que cumpla con su obligación como representante de los morelenses o que deje el cargo.
¡Apoyo total e incondicional al magisterio morelense en lucha por sus derechos!
¡Dos de Octubre no se olvida, es de lucha combativa!

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